El tercer domingo de la Santa Cuaresma curación del Paralítico.
Marcos 2,1-12
[1]Unos días después, Jesús volvió a Cafarnaún y se difundió la noticia de que estaba en la casa.
[2]Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la puerta, y él les anunciaba la Palabra.
[3]Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres.
[4]Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron la camilla con el paralítico.
[5]Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».
[6]Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior:
[7]«¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?».
[8]Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: «¿Qué están pensando?
[9]¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados", o "Levántate, toma tu camilla y camina"?
[10]Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados
[11]-dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa».
[12]Él se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto nada igual».
Feliz y Bendito domingo.